Váter

Sentado en la taza del váter medito mientras visito un par de antros de mala muerte de la cara oculta de la red cibernética (a saber, putis-putis y coprófagas con carpeta de secundaria forrada con la jeta de Dani Martín ), llego a conclusiones y una de ellas es la siguiente: no me gusta, definitivamente, que los medios de comunicación converjan en la idea de que Occidente necesita de un líder, y es Obama la estrella guía que seguir en estos tiempos de tormentilla. Por una vez coincido con Chávez y concluyo que muchos se llevarán un buen chasco cuando vean el cuerpo sin vida del presidente arrojado sobre la moqueta de cualquier salón de convenciones. Y si la suerte le sonríe, o sus detractores están de farra, será la propia idiosincrasia del golem al que ni siquiera bautizaron (aquel que llaman los E.E.U.U.) la que destruirá cualquier posible esperanza.
Otra idea: Me gustaría que los Chocapic con chocolate blanco llevasen más chocolate blanco; sé que resultaría una locura proponer sacar al mercado una variante de Chocapic sólo de chocolate blanco, pero mientras tanto suban la dosis, porfi.
La Compañía Mandril anuncia que próximamente anunciará la proximidad del próximo espectáculo.
Permanezcan atentos.
El mandril les vigila.
Os quiero, putis.