Con esto del mundial se respira españolitis por los barrios, pero parece que a alguno le da por llevarlo más allá del fútbol. Justo delante de la casa de mi madre nos encontramos con una bandera que no debería estar ahí. Supongo que a los del bloque les tiene que importar una mierda porque lleva dos días colocada.
Hablo con un vecino y me dice: "¿Y qué?"
Disculpar que la imagen esté movida, no he podido evitar los nervios que produce la iconografía franquista.