sobota, marca 22, 2008

Quique González: Avería y redención #7


Quique González vuelve tras su reconciliación con la industria (Ajuste de cuentas, 2007) con el que es, probablemente, su trabajo más arriesgado. Arriesgado porque por primera vez la producción no corre a cargo de su mano derecha Carlos Raya, sino que ha sido producido por su nueva banda, La Aristocracia del Barrio y Ángel Medina, prestigioso ingeniero de sonido responsable por ejemplo del color musical de bandas como The Sunday Drivers. La mano de esta nueva banda se aprecia en cada uno los temas y consigue darle al disco un sonido muy americano acorde a las necesidades de las canciones y las influencias declaradas por González. Nada más lejos de mi intención el responsabilizar del bache de calidad por el que atravesó Quique entre 2004 y 2007 a su antiguo productor (La noche americana mostraba claros sintomas de agotamiento compositivo por parte de González) pero qué duda cabe que el cambio de aires profesionales y quizás también personales le han ayudado a reencontrarse con la senda de la genialidad que mostrara sobre todo en Salitre 54 y Pájaros mojados. Avería y redención es, al margen de las novedades musicales y de las influencias que se manifiestan más marcadamente en este trabajo, un proyecto ambicioso llevado a cabo de un modo casi artesano. Los 17 temas que componen el disco (sí, 17), están dentro de esa clase de canciones que mejoran con cada nueva lectura y, si escuchas el disco completo, tienes la sensación no de haber escuchado 17 cortes, sino de haber degustado una pieza musical completa de una hora y cuarto de duración. Éste es sin duda el trabajo en el que González ha asumido más riesgos a nivel personal: su voz en trabajan en escenas de acción o la cajita de música exhiben un registro vocal como nunca antes le habíamos oído y las desgarradoras nos invaden los rusos o los desperfectos hacen que nos reconciliemos con el talento de este singular cantautor madrileño. Para los que lo conocíamos, Avería y Redención ha sido la prueba más fehaciente que podía darnos Quique no sólo de que sigue en forma, sino de que pocos compositores en español hoy en día son capaces de abrazar y proyectar melodías sencillas y directas con la eficacia con la que él lo hace. No voy a decir que es su mejor disco, porque probablemente no lo sea, pero puedo decir sin titubear que Avería y Redención ha recuperado a un González que se intuía en La noche americana pero que no se reivindicaba como lo hace en este trabajo desde hacía ya algunos años. El 3 de abril de entregan los premios de la música y Quique está nominado al mejor álbum de Rock. Ojalá este disco y el reconocimiento de la crítica sirva para que el público haga justicia con este artista que ha sufrido en sus propias carnes el maltrato de la industria discográfica, la dureza de la autoproducción y el ardor de la carretera bajos sus pies durante más de 10 años.

Crítica de José Moreno

4 komentarze:

Anonimowy pisze...

Rebosa bocacerdismo por los cuatro costados. Muy profesional. Me encanta!

Anonimowy pisze...

Menos hablar y más venir a mi casa para que te de estopita al pro... (fúndote*)

*castellano antiguo

Anonimowy pisze...

Un empate y dos victorias a mi favor... Creo que ha quedado claro quien es el master aquí. Pases imposibleeees....Regates extreeeemos...

torsimany pisze...

Sus pierde la boquita.